
Partiendo de la base de que es urgente regenerar, el primer paso es admitir que nuestra perspectiva errónea de que la naturaleza es algo exterior, externo o distante de nosotrxs es lo que nos ha traído hasta aquí.
El modelo económico lineal, basado en dominar-simplificar-extraer-producir-desperdiciar, nos ha llevado a una relación reduccionista con la Tierra, con los demás seres vivos y con todo lo que ahora llamamos “recursos naturales”.
En lugar de tratar de imponer nuestro punto de vista, no hay nada más necesario que realmente “ponerse las sandalias de la humildad” y comprender de una vez por todas que un sistema que ha estado en flujo durante miles de millones de años, nuestro planeta, tiene patrones, sistemas, ciclos y procesos más que probados.
Esta naturaleza, que nos empeñamos en tratar como si fuera algo ajeno a nosotrxs y a nuestro servicio, es sobre todo lo que hace posible que sigamos aquí. Es el amo del que somos fragmentos, no un siervo a nuestra disposición.
Al cambiar la perspectiva de las relaciones con el planeta de lineal a circular, sustituimos la perspectiva extracción-explotación-contaminación por la regeneración, construyendo capital natural emulando los sistemas naturales y no imponiéndoles otras formas de comportamiento.
La realidad actual nos llama no solo a pensar más allá de la regeneración espontánea, sino a regenerar a escala, porque necesitamos estimular y potenciar los resultados, es decir, hablamos de regeneración asistida.
La vida como inspiración
Hoy se sabe que la vida está organizada en sistemas dentro de sistemas mayores. Las células forman parte de tejidos, los tejidos forman parte de órganos, los órganos forman parte de organismos y los organismos vivos forman parte de ecosistemas y sistemas sociales. Esta estructura integral anidada es inherente a todos los sistemas vivos y respetar este patrón es decisivo si queremos pensar en proyectos capaces de provocar la necesaria transformación sistémica.
Los principios ecológicos y los patrones fundamentales de la naturaleza nos enseñan cómo se debe intervenir en los entornos socioecológicos para restablecer la armonía que se ha roto. Sólo desde esta perspectiva es posible trabajar en el desarrollo regenerativo a escala.
Los sistemas vivos son sistemas abiertos que interactúan y coevolucionan con su entorno y, en esta interdependencia dinámica, la salud de un sistema a cualquier nivel influye necesariamente en la salud del conjunto. Y este patrón recíproco de relaciones dentro de los distintos sistemas y entre ellos nunca es estático. En este sentido, el desarrollo regenerativo es un proceso de diseño que pretende facilitar la aparición de la salud a todas las escalas para los sistemas humanos y naturales.
El nombre del momento es Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) que, como dice el propio término, incluyen medidas inspiradas, apoyadas o copiadas de la naturaleza, que buscan cumplir objetivos ambientales, sociales y económicos al mismo tiempo. Se trata de un término paraguas, creado por la Unión Europea, que incluye soluciones que imitan los procesos naturales, diseñadas para ser eficientes, económicamente viables y capaces de generar múltiples beneficios, como la conservación de la biodiversidad, la mejora de la calidad de vida y la resiliencia de las comunidades. El objetivo es gestionar los recursos naturales generando beneficios para la biodiversidad junto con soluciones para el desarrollo socioeconómico y el bienestar humano.
Un concepto alineado con la SbN es la biomimética, una rama de la ciencia que se inspira en las estrategias y soluciones de la naturaleza para aplicarlas a proyectos de distintos sectores. Esto incluye la biología, el diseño, la arquitectura, la ingeniería, la medicina, la agronomía y las geociencias, entre otros. La biomímesis trata de aportar soluciones prácticas a problemas cotidianos reales a los que se enfrentan personas, lugares y organizaciones.
Una idea central de la biomímesis es que la naturaleza ya ha resuelto muchos de los problemas a los que nos enfrentamos. Observar cómo ha encontrado esas soluciones y comprender sus principios de funcionamiento puede ayudar a los humanos a evolucionar hacia tecnologías que consuman menos energía, reduzcan el uso de materiales, rechacen el uso de toxinas y funcionen de forma sistémica y no destructiva para crear condiciones propicias para la vida.
Existen caminos (y hablaré de ellos a continuación)
Hay varios caminos que se basan en la naturaleza para que podamos ajustar los sistemas humanos productivos, como la Permacultura, los Sistemas Agroforestales, la Agroecología y la Agricultura Sintrópica. Capítulo aparte son las técnicas de bioconstrucción, aplicadas en estos sistemas y en aglomeraciones urbanas. ¡Hay soluciones! ¡Explorémoslas!
PERMACULTURA
La permacultura consiste en planificar y poner en práctica asentamientos humanos sostenibles, combinando prácticas ancestrales con conocimientos modernos procedentes de los campos de las ciencias agrícolas, la ingeniería, la arquitectura y las ciencias sociales, todo ello enfocado desde una perspectiva integrada.
El término permacultura fue acuñado en los años setenta en Australia por los ecologistas Bill Mollison y David Holmgren que, por aquel entonces, desarrollaron el concepto “agricultura permanente“.
Con el paso de los años, el concepto se ha ampliado más allá de las prácticas agrícolas y ha incorporado otras áreas, como la ingeniería, la arquitectura y las ciencias sociales, pasando a denominarse cultura permanente . Esta combinación fomenta el establecimiento de entornos sostenibles que satisfagan las necesidades humanas básicas y las infraestructuras que las sustentan. Los principios éticos de la permacultura forman una tríada que se complementa mutuamente. Son los siguientes
- Cuidar la Tierra para que todos los sistemas de vida continúen y se multipliquen
- Cuidar de las personas, permitiendo a todxs acceder a los recursos necesarios para su existencia
- Compartir los excedentes, incluidos los conocimientos, procurando la paridad.
Los sistemas permaculturales reúnen las más variadas tecnologías para la planificación de propiedades y comunidades, basadas en la zonificación y el uso de tecnologías y técnicas.
Bioconstrucción, retretes compostables, jardines mandala, espirales de hierbas, tractores para animales, biodigestores, tejados verdes, recogida de agua de lluvia, monedas alternativas, liderazgo circular, por ejemplo, son sólo algunos ejemplos de este variado menú de posibilidades, ¡que se enriquece progresivamente y evoluciona constantemente!
SISTEMAS AGROFORESTALES
Los sistemas agroforestales (SAF) engloban formas de uso y gestión de la tierra en las que se utilizan árboles y/o arbustos en asociación con cultivos agrícolas y/o animales en la misma zona, ya sea simultáneamente o en una secuencia temporal:
- Combinan el cultivo de árboles y arbustos con la producción de alimentos
- Promueven la recuperación de zonas degradadas o poco productivas
- Mejorar el suelo, el microclima y la biodiversidad
- Garantizar ingresos a lo largo del tiempo para quienes producen
- Basarse en el ecosistema natural
En el contexto actual de urgente mitigación del cambio climático, de búsqueda de alternativas eficaces y atractivas a gran escala, la agroforestería destaca también por su alto potencial de secuestro de carbono, así como por su contribución directa a la seguridad alimentaria, la equidad y la biodiversidad, entre otros impactos positivos.
AGROECOLOGÍA
La agroecología es un campo de conocimiento multidisciplinar, una ciencia que estudia y aplica los conceptos de la ecología a la gestión de los agroecosistemas.
Los agroecosistemas no son sólo los sistemas agrarios, sino todas sus relaciones con los aspectos medioambientales y sociales que dependen de él y de los que él mismo depende.
Debemos considerar la relación entre el sistema de producción y su entorno físico: el medio ambiente y los seres humanos (productores, consumidores, mercados, comunidades, etc.).
La agroecología propone un cultivo y una gestión capaces de proporcionar la producción de alimentos y la conservación del medio ambiente, diferenciándose así de la orientación dominante de la agricultura con características de producción industrial. Ayuda a regenerar el suelo, estimula la biodiversidad, produce alimentos limpios y justos, y mantiene sanos a la naturaleza, los animales y las personas. Basada en las premisas de la Soberanía y la Seguridad Alimentarias, pretende garantizar la calidad de los alimentos a partir de una fuente segura, desde el cultivo hasta el consumo, promoviendo un ciclo de beneficios, desde el productor rural hasta el consumidor final.
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AGRICULTURA SINTRÓPICA
La agricultura sintrópica, creada por Ernst Götsch, también descrita como agroforestería sucesional, es, ante todo, un cambio de perspectiva, una propuesta de lectura de los ecosistemas, en la que los procesos naturales se traducen en prácticas agrícolas en cuanto a su forma, función y dinámica. Materializa la plantación agrícola concomitante con la regeneración de los ecosistemas. Es una agricultura basada en procesos, no en insumos.
Permite la regeneración a través del uso, ya que el establecimiento de zonas agrícolas altamente productivas, que suelen ser independientes de los insumos y el riego, da lugar a la prestación de servicios ecosistémicos, con especial énfasis en la formación del suelo, la regulación del microclima y el favorecimiento del ciclo del agua.
La sintropía está directamente relacionada con la sucesión natural y, por tanto, se basa en los procesos naturales de formación de los bosques, con el objetivo de acercar los sistemas agrícolas a los ecosistemas naturales.
Por último, ¡las formas y los conocimientos para regenerar ya se conocen! No hay escasez de recursos. Es el “mundo del dinero” el que tiene que cambiar sus costumbres mientras aún esté a tiempo.
Por Lucila Egydio