
La escucha activa es una práctica esencial en los proyectos de Raízes Desarrollo Sostenible, que permite construir narrativas significativas y promover un cambio real. Al escuchar abierta y respetuosamente, creamos un entorno seguro en el que los participantes se sienten cómodos compartiendo sus experiencias y perspectivas. Este enfoque fortalece las conexiones y enriquece el desarrollo de soluciones alineadas con las necesidades de las comunidades implicadas. Hablamos de ello en el artículo “¿Identificar o no identificar al interlocutor? Reflexiones sobre la escucha activa, la confianza y el impacto “.
Practicar la escucha activa va más allá de simplemente oír lo que la otra persona tiene que decir. Implica una presencia auténtica, un interés real y la voluntad de comprender sin formular respuestas de antemano. Esto significa aceptar las pausas, interpretar los sentimientos detrás de las palabras y hacer preguntas que profundicen en la conversación. Cuando practicamos esta forma de escuchar, creamos un espacio de confianza, en el que cada persona siente que su voz tiene valor y puede contribuir a un cambio real.
Ya sea en proyectos comunitarios, en el lugar de trabajo o en las relaciones cotidianas, la escucha activa refuerza los vínculos y mejora la calidad de las interacciones. Pequeños gestos como mantener el contacto visual, validar las emociones y evitar las distracciones marcan la diferencia. Cuando escuchamos con atención y respeto, ampliamos nuestra comprensión del mundo y allanamos el camino para unas relaciones más auténticas y colaborativas.
Descubre más sobre cómo trabajamos la escucha activa en Raízes en el siguiente vídeo (en portugués):