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¿Qué nos recuerda Costa Rica sobre las unidades de conservación?

Por 14 de May de 2024October 23rd, 2024Artículos, Noticias

Cualquiera que me siga en las redes sociales habrá visto que pasé el último mes viajando por Costa Rica – ¡disculpen el exceso de publicaciones, colegas, no pude resistirme! Pero lo que quiero compartir hoy con vosotros, aparte de las bellas imágenes —sí, las tendremos—, son algunas de las (re) lecciones que aprendí sobre el ecoturismo y el papel de los Parques Naturales y las unidades de conservación en general.

Empecemos por una muy importante y urgente:

Las Unidades de Conservación crean un respiro en el mundo

Más de la mitad de la superficie de Costa Rica, que ocupa algo más de 51.000 kilómetros cuadrados, está cubierta de bosques y concentra el 5% de la biodiversidad mundial, según CNN Brasil. Hay unos 27 parques nacionales, 11 áreas de conservación, así como refugios naturales, reservas y corredores biológicos, y lugares declarados Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO:

  • Reservas de la Cordillera de Talamanca-La Amistad /Parque Nacional de la Amistad (1983, 1990)
  • Parque Nacional Isla del Coco (1997, 2002)
  • Área de Conservación Guanacaste (1999, 2004)
  • Asentamientos Cacicales Precolombinos con Esferas de Piedra de Diquís (2014)

El país cuenta con bosques tropicales, volcanes, aguas termales y playas divididas entre el océano Pacífico y el mar de Caribe. En cuanto a población, hay 5 millones de habitantes en el territorio.

Esta configuración crea un “mar de bosque” en medio del continente americano. Es un bienvenido respiro entre tantos usos urbanos, monocultivos agrícolas o zonas de naturaleza menos conservada en general. En la crisis climática que vivimos, mantener los bosques ha dejado de ser una bondad global para convertirse en una necesidad urgente.

Las Unidades de Conservación proporcionan un soplo de aire fresco

Parque Nacional Manuel Antonio

En este mundo acelerado e incierto, la naturaleza nos ayuda a reconectar con lo que somos: parte de ella, ¿recuerdas? “Los estudios demuestran que estar cerca de la naturaleza está relacionado con mejoras en diversos índices de salud y bienestar, como la disminución de la presión arterial, la reducción de las hormonas asociadas al estrés, la mejora del ritmo cardíaco, el estado de ánimo y la función cognitiva, por ejemplo”, explica Mariana Napolitano, Gerente de Conservación de WWF-Brasil.

 

 

El ecoturismo es una forma de conservar estos territorios con beneficios económicos para la zona

Parque Místico – Unidad de conservación privada famosa por sus puentes colgantes

En Costa Rica, los parques nacionales cobran 17 dólares a los visitantes internacionales y unos cinco dólares a los residentes locales. Además de estos fondos, que van al Estado y a la conservación de la naturaleza, miles de personas se dedican a prestar servicios y hay una gran oferta de parques privados (en Brasil se llaman RPPN) y servicios de aventura como rafting, trekking, piragüismo, arborismo, etc.

Según el WTTC, el empleo turístico subió a 246.300 personas en 2019, lo que representó el 11,3% del empleo total, pero cayó en 2020 a 178.600 personas (-27,5%) y ahora representa el 9,2% del empleo total debido a la pandemia de Covid. Los datos proceden del Plan Nacional de Turismo de Costa Rica 2022-2027 y deberán actualizarse próximamente a la realidad pospandémica.

Independientemente de la crisis y la recuperación de Covid, el ecoturismo es la principal fuente de ingresos del país.

El ecoturismo permite a la gente conocer a los animales en su hábitat

La práctica de mantener zoológicos como espacios de educación ambiental y conservación de especies es cada vez más controvertida. Costa Rica nos recuerda que los ecosistemas bien conservados permiten el turismo de observación de la fauna salvaje sin necesidad de bares ni patatas fritas.

Parque Nacional del Tortuguero

Los animales son respetados, a diferencia de las orcas, delfines y otros 550.000 animales salvajes que actualmente viven en cautividad y son maltratados a diario por el turismo. En este grupo se incluyen tigres y elefantes en falsos santuarios, osos en zoológicos tropicales, aves exóticas en jaulas, así como marsopas rodeadas de gente en el Amazonas, tiburones sobrealimentados en Palau o dromedarios sometidos a trabajos forzados en el noreste”, como advierte Ana Duék, creadora de Viajar Verde.

De lo que te das cuenta a diario (la gran ventaja del slow travel en este país) es de que la pura vida es una cultura. Una forma de ver el mundo que se entiende como parte de la naturaleza. Los ticos (apodo cariñoso con el que se conoce a los nativos de Costa Rica) están orgullosos de su país, reciben a los visitantes con gran hospitalidad y exigen que sean tan cuidadosos como ellos con las cuestiones medioambientales.

Costa Rica ha renunciado a su ejército y se enorgullece de invertir mucho en la conservación de la naturaleza. Un paradigma muy diferente al de la mayoría de los países que conocemos, ¿verdad?

Con el turismo como actividad económica fundamental, espero que mucha, mucha gente pueda visitarlo, no sólo para garantizar la viabilidad económica de la conservación de este increíble patrimonio natural, sino sobre todo para que muchos puedan inspirarse y aprender que es posible tener una mirada más ligera y una forma de estar en el mundo más sostenible.