El debate sobre el fin de la semana laboral 6×1 en Brasil ha cobrado mucha fuerza en los últimos meses, especialmente con las manifestaciones del Movimiento Vida Más Allá del Trabajo (VAT), liderado por el recién elegido concejal de Río de Janeiro Rick Azevedo, y las propuestas legislativas para reducir la carga de trabajo semanal con el fin de mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
La diputada Erika Hilton es una de las principales voces en el Congreso que pide el fin de este modelo. Ha presentado una Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) que pretende eliminar la escala 6×1 y reducir la jornada semanal de 44 a 36 horas. Aunque ya ha conseguido reunir las firmas necesarias para ser presentada formalmente, la PEC aún debe pasar por varias fases legislativas antes de convertirse en realidad.
Desde principios del año, Raízes Desarrollo Sostenible viene explorando nuevos formatos de trabajo que sitúen a las personas en el centro de las decisiones. En febrero de este año, implantó la rotación 4×3. Este modelo, que ofrece cuatro días de trabajo seguidos de tres de descanso, ha supuesto profundos cambios en la vida de nuestros empleadxs y en los resultados de la empresa.
Por el fin de las escalas inhumanas
Un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que en 2016 alrededor del 9% de la población mundial -aproximadamente 488 millones de personas- trabajaba un número excesivo de horas, 55 horas semanales o más. Aunque la OIT recomienda desde 1935 una semana laboral máxima de 40 horas, muchas legislaciones nacionales siguen permitiendo jornadas más largas, y esta práctica se ha intensificado debido al aumento del trabajo informal, los cambios en el mercado y los nuevos formatos laborales.
Las consecuencias para la salud son alarmantes: en 2016, casi 400.000 muertes por accidentes cerebrovasculares y 350.000 por infartos de miocardio estuvieron relacionadas con largas jornadas laborales. El estrés crónico generado por las largas jornadas laborales altera el sistema cardiovascular, agravando estos riesgos. Además, prácticas nocivas como el consumo de tabaco y alcohol, el sedentarismo, la mala alimentación y el sueño inadecuado, adoptadas a menudo para hacer frente a la tensión, agravan aún más el impacto sobre la salud.
El horario de trabajo 6×1 puede contribuir significativamente a la aparición del síndrome de Burnout, debido a la elevada carga de trabajo y a la agotadora rutina que impone a los trabajadores. Según el Ministerio de Sanidad, el Síndrome de Burnout, o Síndrome de Agotamiento Profesional es un trastorno emocional con síntomas de agotamiento extremo, estrés y agotamiento físico derivados de situaciones laborales estresantes.
Esta excesiva carga de trabajo reduce drásticamente el tiempo libre, limitando el acceso al ocio, la cultura, la educación y la socialización, aspectos esenciales para mantener la salud mental y la calidad de vida. Además, la escala pone en peligro las relaciones familiares, reduciendo el tiempo disponible para cuidar e interactuar con hijos, cónyuges, padres y otros seres queridos.
¿Por qué insistir en la evolución?
Evolucionar en el contexto de las relaciones laborales significa replantearse prácticas que ya no responden a las necesidades humanas y empresariales del siglo XXI. La insistencia en modelos más sostenibles, como la sustitución de la escala 6×1 por una escala 4×3, es el reflejo de un mercado laboral que exige un mayor equilibrio entre productividad y calidad de vida.
Se argumenta que este tipo de cambios suponen un reto, sobre todo para los sectores que dependen del modelo tradicional. Sin embargo, la historia nos enseña que la evolución siempre se enfrenta a resistencias. Durante la abolición de la esclavitud, el principal argumento en contra fue económico, al igual que cuando se redujo la jornada laboral a ocho horas. Y sabemos que estos argumentos son absurdos y que estos cambios eran más que necesarios.
En la práctica, evolucionar también significa reconocer que innovaciones como la inteligencia artificial y la robotización tienen el potencial de aliviar las sobrecargas, permitiendo a las personas dedicar más tiempo a la creatividad, el aprendizaje y las relaciones personales.
Y lo que es más, este cambio en la jornada laboral significa un compromiso con un futuro más justo e inclusivo. Aplicar cambios como la escala 4×3 no es solo una respuesta a la presión por la calidad de vida, sino también un movimiento estratégico para las empresas que buscan retener el talento, innovar y prosperar.
Experiencia 4×3 en Raízes
En Raízes DS, la implantación de la escala 4×3 fue una iniciativa que reflejaba el compromiso de la empresa con la humanización del trabajo y la conciliación de la vida profesional y personal.
Nueve meses después de la implantación de la escala 4×3, hemos observado mejoras significativas en nuestro bienestar y en la productividad de la empresa. Los empleadxs han manifestado una mayor satisfacción y calidad de vida, sin que ello afecte a la productividad.
“Probar la escala 4×3 parece darnos más vida. Y vida en el sentido de ser mejor hija para mis padres, tener tiempo para prestarles atención, acompañarles a una cita con el médico. Ser mejor mamá para mi hija, tener una tarde libre para hacer actividades con ella. Ser mejor amigo, contestar un mensaje de WhatsApp, salir a tomar un café. También existe la posibilidad de estudiar o incluso trabajar en otra cosa, como algo manual, preparar comida o hacer la compra.
Así que creo que es mucho más que simplemente no trabajar por un día. Es todo lo que hacemos el día que no trabajamos, ya sea descansar o vivir esas mil facetas que somos, lo que marca la diferencia. En Raízes, cuando se adopta este modelo, nos han permitido trabajar cinco días en algunas semanas, dependiendo de lo organizados que estemos. Nos da la oportunidad de organizar nuestras entregas de tal forma que, si la cita de mi hija no es el viernes, puedo acompañarla otro día y, el viernes, aprovechar el tiempo libre – sin reuniones, correos electrónicos ni WhatsApp – para ponerme al día con las tareas” , afirma Marina Claus, especialista en proyectos sociales de Raízes.
Para Mariana Madureira, nuestra fundadora y Directora General, “la experiencia ha supuesto retos personales, como aprender a bajar el ritmo y priorizar las actividades de forma más profunda y estratégica, pero también ha revelado los beneficios de crear un entorno de trabajo más equilibrado. El cambio demostró que es posible lograr resultados coherentes valorando al mismo tiempo el ocio, el descanso y el desarrollo personal del equipo. Ganar más tiempo nos ha permitido ser más estratégicos, profundizar y, sin embargo, mantener – e incluso superar – nuestros resultados de productividad” .
Esta experiencia refuerza la convicción de que el trabajo humanizado no sólo es posible, sino esencial.
El fin de la escala 6×1 no es sólo una movilización en las redes sociales por un futuro utópico; es una decisión que refleja nuestro compromiso con una sociedad más justa y sostenible. En Raízes creemos que las empresas están hechas por personas y para personas, por eso seguiremos desafiando los modelos tradicionales para construir un futuro en el que todes prosperen.