Promoción del Turismo Comunitario

Mucho se habla del turismo de base comunitaria sostenible – TCS, TBCS o TBC, pero ¿realmente conoces sus características? ¿Qué lo define? De esto es de lo que hablaremos aquí, en otro episodio de nuestra serie “Lo que hacemos en Raizes”.

Por definición, el turismo comunitario sostenible prioriza a quienes ya viven en el territorio. Es decir, antes de ser bueno para los turistas, el destino debe ser bueno para quienes viven en él.

Además de la priorización, está la cuestión de ser el protagonista. El objetivo principal del turismo comunitario sostenible es pensar y participar en el turismo no solo dentro de la comunidad, sino también con ella. Por lo tanto, puede ser un instrumento de continuación y resistencia de la población local en sus propios términos.

El propósito del Turismo Sostenible Comunitario

Es bastante común que las empresas, al invertir en un negocio local, piensen que están invirtiendo en turismo comunitario sostenible al contratar a un productor de la región, pero no funciona así. Para que TBCS exista, este productor debe estar verdaderamente involucrado en esa pequeña empresa, y la comunidad debe ser la propietaria individual o colectiva de la misma.

Puede haber, y de hecho debe, socios externos, especialmente en marketing, pero es importante observar el grado de autonomía de la comunidad en las elecciones y la toma de decisiones.

En otras palabras, en el turismo sostenible comunitario, la comunidad debe ser la líder de esa iniciativa, para que la actividad contribuya a su existencia y a la conservación del territorio, sin que éste pierda su esencia, cultura e identidad.

Raízes cree en este tipo de turismo porque es una verdadera forma de desarrollo sostenible, con el potencial de generar soluciones e ingresos en el mediano plazo.

En este sentido, hemos incentivado el TBCS como objetivo de inversión social privada, ya que también mejora potencialmente la relación de la empresa con el territorio.

Turismo Comunitario Sostenible en el Valle del Jequitinhonha - MG

Uno de nuestros ejemplos más fuertes de turismo comunitario de base sostenible es el proyecto que desarrollamos en el Valle de Jequitinhonha, en Minas Gerais, que abarcó tres comunidades rurales en los municipios de Minas Novas y Turmalina.

Lanzado en 2011, hasta que Raízes transfirió su operación de viajes a Vivejar en 2016. Además del guion co-creado y formateado por la comunidad (Del Barro al Arte, o “Clay to Art”), los legados del proyecto se pueden ver en las acciones de turistas voluntarios (por ejemplo, la creación de una biblioteca comunitaria, pintura de paredes con pintura de tierra), 09 familias directamente involucradas, R$ 60.000 (sesenta mil reales brasileños) en ingresos directos del turismo y cerca de R$ 100.000 en venta de artesanías a los 92 visitantes fomentados en el período.

Así, el turismo sostenible valora la cultura local y genera un ingreso complementario que no es extractivo, es decir, no compite con la preservación del medio ambiente. También revela conocimientos que no pueden ser reemplazados, y fortalece la identidad natural y los bienes de las comunidades.

Raízes cree que el turismo comunitario debe ser visto como una política pública y social, con inversión privada por parte de las empresas, siendo así una solución interesante y sostenible para los territorios.

 

Desde Raízes Desarrollo Sostenible fomentamos el turismo comunitario sostenible para que inspire y multiplique la transformación en los territorios. Si quieres saber más sobre nuestros ideales y proyectos, ¡ponte en contacto con nosotrxs!

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