
Vivimos en la era de las preguntas. Si alguna vez has hablado con una inteligencia artificial -como ChatGPT, por ejemplo-, probablemente te habrás dado cuenta de que la calidad de la respuesta está directamente relacionada con la calidad de la pregunta. Una petición amplia, mal redactada o genérica suele traer consigo una respuesta igual de superficial, imprecisa y, a veces, incluso errónea. Pero ¿sabía que esto también ocurre en el mundo offline, especialmente en el ámbito de los proyectos de impacto?
La forma en que se expresa una petición puede determinar el éxito o el fracaso de una iniciativa. Comprender el poder de una petición bien hecha es esencial para entender cómo influye directamente en la estrategia, la eficacia y los resultados de un proyecto.
Prompt y proyecto: cuando la pregunta es la clave
Prompt es el término utilizado para definir la entrada de comandos o la pregunta en una IA. Debe ser clara, objetiva, detallada y bien dirigida. Por muy inteligente que sea la tecnología, sólo puede trabajar con lo que se le da.
Ocurre lo mismo con los proyectos sociales y de desarrollo. Una petición genérica mal estructurada o desajustada a la realidad local tiene muchas posibilidades de generar soluciones frágiles y resultados frustrantes. En cambio, cuando la petición viene acompañada de claridad, propósito y estrategia, todo el proceso resulta más fluido y eficaz.
Por eso, una de las etapas más importantes de un proyecto comienza incluso antes de su puesta en marcha: escuchar y comprender la demanda. Saber preguntar es el primer paso hacia la transformación.
¿Qué hay detrás de una buena petición?
En Raízes creemos que los proyectos sólidos nacen de demandas bien formuladas. Y sabemos que el cliente o socio no siempre llega hecho. Por eso ofrecemos oportunidades de co-creación desde el principio.
En muchos casos, esto significa invertir tiempo y horas técnicas para comprender la realidad local, los objetivos de quienes acuden a nosotros y el impacto que quieren lograr. Es en este contexto en el que ofrecemos uno de nuestros productos más importantes: el diseño de proyectos.
El diseño del proyecto funciona como una fase de estructuración. Es cuando nos sentamos con el cliente, escuchamos, preguntamos y, juntos, diseñamos una propuesta que tenga sentido, sea viable y esté alineada con el propósito de ambas partes. Puede ser una etapa previa a una ejecución a ser realizada por Raízes, o una etapa independiente para crear pedidos a ser entregados por terceros.
Un ejemplo reciente ilustra bien este segundo caso. El Instituto Arbo, una organización socia de Raízes en otras iniciativas, se acercó a Raízes para construir una convocatoria estratégica y asertiva para nuevos proyectos en un área en la que tenemos gran experiencia: la generación de ingresos para mujeres vulnerables. En este caso, creamos los TR, o Términos de Referencia: un paso esencial para asegurar que la convocatoria sea clara, precisa y capaz de atraer propuestas realmente alineadas con lo que se busca. En otras palabras, nuestra contribución fue ayudar a construir una buena solicitud. Una buena solicitud.
La cocreación significa ocuparse del proceso desde el principio
Creemos que los proyectos de éxito nacen de la colaboración desde el primer paso. Y eso empieza por un profundo conocimiento de la realidad y las exigencias de quienes acuden a nosotros.
Si trabaja con impacto social, generando ingresos a partir de la sociobiodiversidad, el turismo responsable o el desarrollo territorial, ¿cómo formula sus peticiones? ¿Tienes claro lo que necesitas y lo que quieres conseguir?
Póngase en contacto con nosotros Estamos aquí para pensar junto con usted. Al fin y al cabo, antes de cualquier ejecución, hay que tener cuidado con el principio. Porque saber preguntar es una forma de transformar.